El lavado a presión sobre resina epóxica es una práctica común en talleres y plantas industriales, pero no siempre es la opción más segura. Aunque las superficies epóxicas son resistentes, el exceso de presión puede afectar su estructura, generando microfisuras o pérdida de brillo.
En un taller de un cliente donde se utilizaba una hidrolavadora, comprobé que, si bien no se dañó la pintura, bastó un pequeño descuido para levantar parte del sellado. Como siempre digo: una gota puede cortar una piedra.
Qué ocurre cuando aplicas agua a presión sobre resina epóxica
El agua a alta presión genera energía cinética que impacta la superficie del piso. En los pisos epóxicos, ese impacto puede penetrar la capa superficial, comprometer la adherencia entre la resina y la base, y acelerar la delaminación. Además, el exceso de humedad prolongada puede filtrarse por los bordes y deteriorar el sustrato.
He visto casos donde, tras meses de lavado con hidrolavadora, el piso comenzó a presentar zonas opacas y desprendimiento en los bordes. El daño no fue inmediato, pero progresivo.
Riesgos técnicos del lavado a presión en pisos epóxicos
- Delaminación: separación de la capa epóxica del soporte de concreto.
- Microfisuras: pequeñas fracturas invisibles que permiten la entrada de humedad.
- Desgaste prematuro: pérdida del brillo o textura antideslizante.
- Choque térmico: cuando se usa agua caliente, puede expandir y contraer el material.
En mi experiencia, incluso con buena adherencia, una presión superior a 1500 PSI puede causar erosión en zonas críticas o juntas de dilatación.
Cómo limpiar pisos epóxicos sin dañarlos
La mejor alternativa al lavado a presión sobre resina epóxica es el uso de fregadoras automáticas con discos suaves y detergentes neutros. Estas máquinas reducen el uso de agua y evitan impactos localizados. También puedes emplear mopas de microfibra y aspiradores industriales para polvo fino.
En mi caso, he comprobado que limpiar con agua templada (30 °C) y productos sin solventes deja un acabado brillante sin comprometer la resina.
Presión recomendada y precauciones de uso
Si no hay otra opción y se debe usar una hidrolavadora, se recomienda:
- Presión máxima: 1000–1200 PSI.
- Boquilla de abanico ancho (25–40°) para distribuir el impacto.
- Distancia mínima de 40 cm respecto al suelo.
- Evitar agua caliente o chorros concentrados.
- Probar siempre en una zona poco visible.
La clave está en controlar el flujo: demasiada presión o repetición sobre un mismo punto puede dañar incluso los pisos industriales más duros.
Preguntas frecuentes sobre limpieza con hidrolavadora
¿Se puede usar hidrolavadora en pisos de resina epóxica?
Sí, pero con presión controlada y boquilla de abanico. El uso excesivo puede provocar delaminación o microfisuras.
¿Qué daños provoca el lavado a presión?
La presión concentrada puede erosionar la capa superficial y permitir filtraciones de humedad bajo la resina.
¿Qué presión máxima es segura?
Entre 1000 y 1200 PSI, siempre manteniendo el chorro en movimiento y a distancia mínima de 40 cm.
¿Qué alternativas existen para limpiar sin riesgo?
Fregadoras automáticas, mopas de microfibra y detergentes neutros son más seguros y eficaces.
¿Cómo mantener el brillo sin dañar el recubrimiento?
Evita químicos abrasivos, aplica sellador cada 12 meses y controla la humedad ambiental.